Pagan Dreams Zine

Segundo LP de los alemanes Varg, y a decir verdad, el primero que logro llevarme a los oídos. Para quien no lo sepa, Varg son los organizadores del Wolfszeit Festival de Alemania, en el que actúan todos los años... que cachondos, ¿no?

Varg es una banda que está obteniendo un éxito bastante rápido y fulgurante, por lo menos entre los seguidores postizos de las moditas paganas. ¿Razón? Sus melodías duras y contundentes, muy semejantes en casi todo a lo que hace Amon Amarth: guitarras pesadotas y muy épicas, baterías lentas y contundentes y la voz es lo único que varía, siendo más aguda la del cantante de los alemanes. Esto suele dar en definitiva un disco no demasiado pesado de oír, pero si algo falto de fuerza para aquellos que busquemos algo más blacker. Y no, Varg más bien se sale del concepto de black metal, posiblemente sea la máxima expresión del Pagan Metal como género propio que se puede oír.

La producción es más bien curiosa. La batería se oye mucho, muchísimo, y parece estar grabada muy en crudo, sin ningún tipo de artificio: del micrófono a la mezcla, nada de tratamientos. Esto hace que a veces quede muy seca o muy contundente, demasiado para lo que sería bueno. Y con las mismas, las guitarras no hacen su mejor papel, quedan algo en segundo plano. Y las voces, pues perfectas, sin ningún problema. Otra cosa curiosa es la ausencia de teclados para ser un grupo de pagan metal. Será entonces todo un acierto compositivo que logren cierta atmósfera sin teclados...

En resumen, Varg dan carta de naturaleza a un género como es el Pagan Metal editando un disco ejemplo de como debe hacerse este estilo. No es de lo mejor que he oido, desde luego, pero hay que reconocer lo que esta bien hecho, y Varg saben hacer lo suyo.

Con sinceridad, esperaba mucho más de los finlandeses Kivimtesan Druidi, que regresan solo un año después de haber publicado aquel prometedor "Shadowheart". Ahora, en el seno de la todopoderosa compañía Century Media, este prometedor sexteto se ha quedado reducido a otro grupo más de regustillos sinfónicos con chica mona al frente.

Hallareís aquí nueve temas que... bueno, básicamente pasan sin pena ni gloria, perdidos en una atmósfera de simpleza musical que cansa. Realmente el disco entra muy facilito, pero quizás por eso es tan normalito, porque no tiene chicha, no hay nada que destaque. Las melodías están preparadas para mayor lucimiento de la vocalista, envuelta en un ligero aire de teclados sinfónicos, mientras que del magnifico desarrollo de guitarras y coros que el grupo hacía en anteriores lanzamientos no hay mayor noticia. Hay abandono más que absoluto de todo retazo de black metal que hubiera en ellos, asi que los "blast-beat" desaparecen y las voces guturales se reducen drasticamente. Muy poca velocidad también en los temas.

Al menos, en su descargo diremos que la producción del disco suena muy bien (ya podía ser menos, con la compañía que les produce). Todos los instrumentos suenan en su medida justa, una vez más a favor de la voz femenina, que destaca sobre todo lo demás.

En definitiva, disco simple muy orientado a un público más general que sus anteriores lanzamientos. No se puede decir que sea malo, pero desde luego que está muy por debajo de sus anteriores ediciones.

WULFGAR - "Midgardian Metal" (Trollzorn)

No aciertan los alemanes Wulfgar en su retorno a la actualidad musical con este "Midgardian Metal". Dentro de que siempre han sido uno de esos grupos que le gusta moverse por las difusas fronteras entre el death metal melódico y el viking metal, esta vez se inclina de forma muy peligrosa por el primer género.

Así, tenemos un disco bastante decepcionante en líneas generales, en donde la melodía folk y vikinga de su anterior lanzamiento desaparece por completo, en un triste ejemplo de emular a Amon Amarth, que si pueden demostrar la perfecta fusión del death metal y el viking metal. Pero Wulfgar fracasa en el intento. Tanto es así que en medio del disco, cuando llegas a "Midgardian Metal", vuelven a despistar y se sumergen en el viking metal de nuevo, con riffs de guitarra más épicos y vikingos y menor velocidad de la batería. A partir de ahí, alternancia entre unos temas más death, como "The Death Of Yggdrasil" y el mayor regustillo vikingo que hay en otros temas, lo que solo contribuye a liar al oyente. Por otro lado, si dijéramos que aportan algo al death metal a lo mejor nos lo creiamos más, pero tampoco es que destaquen en este género.

La producción no es mala, buscan un tanto la que acostumbran a hacer Amon Amarth, con guitarras muy limpias, sin demasiada distorsión, baterías muy contundentes y claras y voces rasgadas destacables, aunque les han quedado algo bajas en la grabación.

Para resumir, con Wulfgar se me queda la misma sensación que en su día tuve con Wolfchant o Kampfar: oyes una cosa, te gusta y luego vienes oyendo sus últimos lanzamientos y te deprimes. Peligrosa la derivación de una parte de la escena al death metal melódico... Y en cuanto a "Midgardian Metal", decepcionante.