lunes, 25 de octubre de 2010

Un peligroso amigo (II)

Me aburro mucho en mi facultad, con demasiadas horas sin nada que hacer... así que nada, volvemos a la carga con mi tercera entrada en tres días (¡Acojonante!). Y volvemos con un tema que ya en su día causó cierto debate: la relación entre black metal y el nazismo, o eso q conocemos como NSBM.
Algunos comentaristas sugirieron que una de las cosas más peligrosas que tiene el NSBM no es tanto lo que dice sino la capacidad de atracción que puede ejercer sobre ciertas personas débiles de personalidad. Recuerdo ahora que en otra entrada que no me acuerdo dije que el black metal se había ido llenando de personas, ex-góticos en su mayoría, seducidos por toda la modita pagana-vikinga y que como todos suponemos no buscan sino una forma de hacerse notar, o de esnobismo o de cualquier otra chuminada ajena a la música. Pues en mi opinión, personas que modifican sus ideas, su estética e incluso su forma de ser tan radicalmente son personas influenciables y es muy factible que pudieran ser seducidos por el NSBM.
Pensemosló: hay que reconocer que el nazismo es una ideología atractiva, sabe venderse bien, por más que luego resulte una aberración. Es un movimiento colectivo, que exalta la camadería, el exclusivismo, la pertenencia a un orden superior (ya sea racial o social)... en definitiva cumple las expectativas de una persona solitaria, con falta de personalidad y que precisa del colectivo para sentirse completa. Luego, su estética: el militarismo, la rigidez, la jerarquía, su vinculación a elementos esotéricos y paganos, el aire misterioso y hermético, la atracción de lo desconocido, y en última instancia, la sensación de poder sobre los demás y el recurso a la violencia. Todas estas facetas pueden atraer a gente que no quiere pensar por si misma. Siempre he defendido que hay que hacer las cosas con cabeza y no dejarse llevar por lo primero que nos pasa por el cerebro. Es como follar sin condón: si no te lo pones no te quejes de las consecuencias.
Si una persona facilmente influenciable vé y sabe eso (recordemos que por ejemplo Marylin Manson ha usado estética nazi en sus conciertos) es fácil que quiera enterarse de lo que dicen. Y el NSBM vende lo que vende: todo lo que hemos dicho antes. Si a una persona todo eso le atrae (y es fácil que así suceda) habrá entrado en una peligrosa dinámica, ya que dará por buenos planteamientos racialistas y nacionalistas que la mayoría de los que escuchamos NSBM pasamos de largo. En definitiva tenemos un skinhead en potencia.
Otro de los peligros que entraña la mezcla de black metal y nazismo es que este último se puede introducir de forma muy subliminal. La temática que usa el NSBM ya ha sido tocada por el black metal desde hace tiempo. Una lírica sobre pueblos paganos antiguos resistentes al judeocristianismo puede ser facilmente interpretable como la resistencia aria contra el invasor semita. De hecho, no pocos grupos de black metal precisan que van no contra el cristianismo, sino contra el judeocristianismo. O sea, según estos los judios son en última instancia responsables de la introducción del cristianismo. Como vemos, el black metal está literalmente invadido por estas ideologías, y siguen siendo mensajes con los que somos "bombardeados" constantemente. No se puede desdeñar por tanto la importante capacidad de captación que tiene en el campo del black metal.
Bueno, aquí creo que hemos dejado bastante material de debate para seguir dando la tabarra. La discusión es bastante interesante en mi opinión, y espero que penseís lo mismo en vuestros comentarios.

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