lunes, 16 de agosto de 2010

La elegancia del metalero

Ya hace que no voy a conciertos de heavy metal o de alguno de sus generos derivados, pues exactamente desde que ví a Negura Bunget esta primavera en Madrid.
Confieso que no soy muy de conciertos. No suelen ser eventos baratos (de hecho en Madrid son exageradamente caros) y además tampoco abundan las bandas que hagan que me tome la molestia de ir a verles. Prefiero mucho antes irme de festivales, donde puedes verlas por precios algo más razonables (excepto si el festival en cuestión está hecho en España). Pero claro, mi estado de permanente crisis monetaria ha hecho que en toda mi vida haya ido a.... un solo festival, y fue en 2007 en Granada. ¡Pero a cambio fui testigo de la primera actuación de Moonsorrow en España, muajajajaja!
Tan melancólica y enrrollante introducción solo me sirve aparte de para aburrir al personal para plantear el tema del que quería hablar en esta entrada: el comportamiento en los conciertos. A ver, de acuerdo, los metaleros no vamos a la opera cuando vamos a un concierto. No puedes aspirar a que estemos todos calmaditos y tranquilitos como niños buenos, o como se ven los conciertos en Alemania, que no hacen un pogo ni a ostias (nunca mejor dicho).
Pero una cosa es vivir el concierto, como hacemos todos, haciendo headbanging con la cabeza, o dando botes o alzando los brazos gritando "¡Heil Satan!" (cosa que el 99% de nosotros no diríamos conscientemente ni con un chute de coca, confesemoslo) y otra ir y pensar que podemos hacer lo que nos salga de la punta del nabo, cosa que está muy extendida entre los heavis españoles, que son los que conozco. Vayamos enumerando una serie de defectos y cuestiones que he tenido ocasión de observar en los conciertos a los que he ido yendo...
  • El "headbanging": bueno, esta claro que no puede haber concierto de heavy metal o de algún otro género sin "headbanging". Yo no llevo melenas, pero de seguro que de tenerla la menearía gustoso hasta hacerme puzzle las cervicales. Pero hacer "headbanging" no quiere decir que le llenemos la boca de pelos al tío que tengamos detrás o al lado. Bueno, es una cuestión un tanto desagradable, como todo el mundo puede suponerse. Así que cuando estemos en una sala en plan anchoas en lata, creo que lo del "headbanging" habrá que dejarlo, ¿no?
  • El alcohol: personalmente, cuando voy a una sala a escuchar un concierto, voy a ver un concierto. Para beber ya podré ponerme borracho cuando salga, además de que por alguna extraña razón sienta de miedo. Pero ir pedo a un concierto o ponerse pedo en el mismo es una mierda y hay varias razones: para empezar, un concierto es un evento lo suficientemente caro como para que merezca la pena disfrutar del grupo y que a la mañana siguiente puedas acordarte de que tal tocaron. Me parece una gilipollez gastarse 25 o 30 euripides en un concierto y que al día siguiente solo puedas recordar la ostia que te diste contra una columna, por no decir que corres el riesgo de que alguien de la sala te pesque y acabes con tu culo en la calle. Aparte, un borracho es un peligro para si mismo y para los demás, ya que no tiene ni idea de lo que está haciendo. Por tanto, está muy bien tomarse algo mientras ves a tu grupo, pero emborracharse no mola demasiado (aunque confieso que hay grupos que inducen a beber...). Así también acabaremos con una de las más molestas especies de tiparraco en los conciertos: el heavi borracho, que generalmente acaba pasado hasta el fondo de la sala a empujones muy poco educados.
  • El catedrático: hay una curiosa tendencia por parte de ciertos heavis a convertirse en enciclopedias andantes del grupo que está tocando en ese momento, pero lo más curioso es que también lo son del telonero, y de la banda donde estuvo antes el guitarrista del grupo principal, y... Bueno, esta bien que estemos bastante enteradillos de lo que vamos a ver, y no pasa nada porque sepamos hasta de la talla de calzoncillos del batería. Pero sin duda que el resto de la concurrencia nos agradecerá enormemente que nos guardemos este vasto conocimiento para nosotros y nos dediquemos mejor a disfrutar de su arte en directo. Este agradecimiento se multiplicará en especial cuando este individuo se calle y no te suelte una conferencia sin conocerte de nada. Suele ser contraproducente por no decir que puede provocar peores reacciones que un borracho.
  • La atmosfera: lo siento, sé que algunos no creereís así, pero mi experiencia me lo ha demostrado: ir a ver a Iron Maiden no es ir a ver a Dream Theater, ni ir a ver a Negura Bunget. Cada uno de estos grupos es muy posible que despierte un tipo de reacción distinta en su público. Así que queda tan tonto ponerse a hacer un pogo con Dream Theater como quedarse de pie sin mover ni un dedo con Finntroll. Si el grupo que está en ese momento no es de nuestro gusto, lo mejor es retirarse y no molestar con comentarios estúpidos o actitudes impropias a aquellos que quieren ver el concierto. Tan malo es quedarse parado viendo un concierto de Gorgoroth (donde cualquiera sabe que van a caer ostias) como montar un pogo viendo a Symphony X. Así no sucederá como lo que me pasó a mi viendo a Negura Bunget, en donde en las partes más atmosféricas unos memos no tuvieron mejor idea que ponerse de cachondeo, rompiendo todo el ambiente.
  • Los irreductibles: existe una creencia extendida de que para disfrutar de los conciertos más y mejor que nadie hay que estar oliéndole el paquete al músico. Esto genera una pequeña pero intensa molestia, en especial en festivales o conciertos con carteles nutridos: los "freaks" e histéricos del grupo cabeza de cartel (por lógica el que más gente llevará al evento) formarán su barricada en las primeras filas desde cuatro o cinco horas antes de que este grupo salga a escena, dando como resultado escenas un tanto surrealistas. Por ejemplo, que impidan a los fans de las bandas previas que se acerquen a disfrutar del concierto; luego, que se vean obligados a tragarse conciertos de bandas que ni les molan, con la consiguiente cara de aburrimiento que ponen y el efecto desmoralizador que tiene en el músico que vé dichos jetos desde el escenario. Y en festivales, también significa multiplicar las posibilidades de que te pase algo, desde golpes de calor a desfallecimientos físicos, con lo que te jode el ansiado concierto y de paso se lo jodes a tus colegas. Además, no se es menos fan de ningún grupo por ver a este desde la octava o novena fila, por lo que también recomendaría estar quietos a esos tontolhabas que no hacen más que empujar y meter codo para llegar hasta primera fila (misión imposible en el 99% de las veces) jorobando el concierto al prójimo y de paso amargandoselo él/ella sólito/a.
  • El amor: ¡ay, que bonito es el amor! Si quien más quien menos todos hemos intentando ligar con alguna baladita de Aerosmith, o Scorpions (y los muy heavis, hasta con baladas de Hammerfall, como servidor de ustedes... :$). Pues bien, aun con mis deseos de felicidad, amor y buen sexo para todo el mundo, estarán conmigo en que un concierto no es el lugar apropiado para demostrar nuestros sentimientos más intensos por nuestra parejita. No es cuestión de falso puritanismo, sino que como todo en este mundo, hay otros sitios para estas cuestiones. Y desde luego, no es la mejor ocasión mientras Blind Guardian está tocando el "Imaginations From The Other Side", como he llegado a ver...
  • "La banda de mis amigos": si, todos lo hemos hecho. Todos tenemos unos colegas que tienen una banda, y cuando tocan en directo es ocasión para ir a vacilarles y ponerles nerviosos. Esto esta genial, el cachondeo... Pero tendemos a olvidar que lo más seguro es que nuestros colegas compartan cartel con otras bandas, y estas ni tienen que aguantar nuestro cachondeo, ni tienen que aguantar que estemos metiendo berridos en medio de su actuación que no vienen a cuento. Así que conviene respetar la actuación de todo el mundo, y si no nos interesan el resto de las bandas, nos retiramos discretamente al fondo de la sala a charlar y bromear con nuestros colegas y dejamos a la banda y a los seguidores y colegas de esa banda disfrutar del concierto tranquilos.
  • Los pogos: hay conciertos que te lo piden, no cabe duda. A mi personalmente no me gustan, pero porque soy muy delgadito, y si me meto en uno acabo de una ostia en La Coruña, y como que paso de ello, pero bueno, ha habido veces que me han entrado ganas como a cualquiera. Y no me parecen mal. Pero eso sí, el pogo hay que saber hacerlo en muchos sentidos. Para empezar, hacer un pogo con Dream Theater o Blind Guardian es un poco estúpido, pero con Impaled Nazarene o Sepultura es casi obligación, así que escojamos los momentos. Luego, un pogo es una "danza" en que unos pavos que no se conocen de nada se dan ostiones pero de buen rollo, no perdamos esto de vista. Por tanto, si tienes ganas de pendencia o vas cocido, mejor que no te metas en los pogos porque puedes acabar mal, o bien a cuenta de los demás pogueadores o bien por la organización de la sala. Y por último, el que se mete en un pogo es porque quiere, y el que no es que no quiere. Así que limítate a hacer tu propio pogo con quien quiera pogos y no metas a alguien que no quiere pogos en el fregado.
En definitiva: un concierto es un evento que no vemos todos los putos días, y más cuando hablamos de artistas que vienen cada dos o tres años, sino cada más tiempo. Por tanto, hay que procurar pasárselo de putisima madre, pero sin que ello signifique joder la marrana a los que están alrededor. Si todos tenemos en cuenta simplemente que no estamos solos en la sala y que a lo que a nosotros nos divierte al resto le puede molestar, estaremos todos genial. Y no, no estoy diciendo con esto que nos estemos quietos como estatuas. Un concierto de metal es para vivirlo, pero para que lo vivamos todos, no solo la mitad del auditorio. Simplemente un poco de elegancia, que aunque vayamos de cuero, con melenas y pinchos también podemos ser unas personas muy elegantes dentro de nuestro estilo.
Pues eso, simplemente respeto.

1 comentarios:

Særuman dijo...

Uff, al fin terminé de leerlo. Jajaa está buenísimo y muy cierto sobre todo.

Habría que agregar a los tipos que rayan hablando de su trabajo o de la universidad. Jajaja, a mi me ha tocado estar al lado de alguno y dan ganas de partirles la frente a palos.

Followers

PD en Last.fm

Leave your comment!

Althing