Pagan Dreams Zine

GRAVELAND: "Spears Of Heaven" (No Colours)


A ver cuanta polvareda soy capaz de levantar con esta crítica... Bueno, a estas alturas no creo que Graveland necesite presentaciones. Es una de las bandas ya no veteranas solo del Pagan Metal sino practicamente del Black metal en si y posiblemente junto a Behemoth la primera banda que toco Black metal en Polonia, en el lejanisimo 1992. Y así llegamos a este 2009 en que Rob Darken, unico cerebro tras Graveland nos sorprende con un disco del más purisimo Pagan Metal con algunos toquecillos vikingos de por medio.
"Spears of Heaven" está compuesto por solo siete temas, pero todos ellos de gran duración, con letras muy evocadoras y una música que más que por su brutalidad y técnica se destaca por su enorme épica. Graveland ha logrado con el tiempo llevar tal grado de majestuosidad a su música que quizás supere a los últimos tiempos de Bathory, y esto se nota en este disco, con algunos coros espectaculares, o pasajes instrumentales teñidos de fuerza y atmosfera, como el que preludia a la maravillosa "Return To The Northern Carphatian".
El disco quizás se presenta algo lineal por momentos, pero Rob logra que esta majetuosidad y energia en la música no canse. No tiene grandes melodías que recuerdes una vez que quitas el disco (si por algo se ha destacado Graveland a lo largo de su historia es precisamente por esa musica lineal) pero mientras lo oyes logras quedarte satisfecho, y tienes la constante sensación de oir muy buena música. En parte esa monotonia podría marcarse por otro de los rasgos de Graveland, que es tocar siempre a medio tiempo... a mi me cuesta ahora recordar un blast-beat en la música de este polaco...
En cuanto a la producción... bueno, la verdad es que es mejorable, en especial la batería, que suena poco diferenciada y que por momentos resalta demasiado. La guitarra ejerce un muro de sonido casi constante del que de vez en cuando destacan los teclados, muy empastados entre el resto de la música. Y claramente es la voz junto con los teclados los que llevan las lineas solistas de las composiciones. Pese a esta carencia, también lográ salir un sonido orgánico y primitivo, algo "old school", que gustará a los fans del Black Metal más ortodoxo.
En resumidas cuentas, Graveland vuelve y es para convencer que su propuesta sigue tan viva y actual como hace 18 años. Buenisimo disco, pero eso si, reservado solo para seguidores experimentados...