domingo, 25 de enero de 2009

Simbolismo pagano hasta la Europa medieval (II)

Si en nuestra primera entrada sobre este tema hablabamos de los símbolos más primitivos ahora pasaremos a fijarnos en algo que es tan tangible que ni siquiera lo hemos tenido en cuenta. Son los animales.

La presencia de los animales en el arte y la cultura de los seres humanos es remontable hasta las primeras expresiones culturales humanas (acordemonos de los bisontes de la cueva de Altamira), aunque su presencia religiosa demostrada es algo más reciente, aunque no falta quien quiere ver religiosidad en esas primeras pinturas rupestres… El primero de los animales representados con fines religiosos fue posiblemente el ciervo, que ya aparece en algunas plaquitas de piedra de la cova del Parpalló en Valencia hacia 4800 a.C. Antés ya había habido representaciones zoomorfas en otras zonas fuera de Europa, como la serpiente en Turquia. Se puede ver una de estas plaquitas abajo con la cabeza de un cuadrupedo, posiblemente una cierva

El ciervo ha sido una figura muy usual en el simbolismo europeo. Muchos arqueologos defienden que el conocido dios celta Cernunnos es distinguible por estar tocado con unos cuernos de ciervo, como se vé en el caldero de Gundestrap, hallado en Dinamarca. También en la Hispania prerromana el ciervo jugó un papel determinante, tal como se ha podido ver en algunas cerámicas recuperadas de Numancia y en el sur de la Península. Su simbolismo suele asociarle a la virilidad masculina y a la nobleza, aunque también, y según el contexto, ha sido asociado con la caza.

La serpiente ha sido un animal que también fue muy adorado desde el mismo inicio de la agricultura en Oriente, hacia el 5000 a.C. Frente a la imagen de animal maligno y de identificación con el mal que nos ha vendido el cristianismo, la serpiente era un animal muy apreciado por la mayoría de los pueblos antiguos, sobre todo porque se alimenta de roedores y pequeños animalillos que eran los que se comian los cereales cultivados, de ahi que la serpiente sea una de las mejores aliadas de los agricultores. Además, al vivir bajo tierra, era un animal que favorecía la aireación de la tierra, muy buena para regenerar los suelos tras una siembra. Precisamente por esto, también era asociado con frecuencia con cultos infernales, como sucedía en la Grecia micénica, en las culturas calcolíticas de Bulgaria o en las primeras fases de la cultura de La Tene. La serpiente fue muy apreciada entre los primeros etruscos y entre varios pueblos meseteños desde la edad del Bronce en la Península Ibérica; y más tarde fue un simbolo recurrente entre los últimos paganos irlandeses y en los normandos de la Alta Edad Media. También cultos no paganos bien organizados como el mitraismo o los cultos dionisiacos romanos la usaron en sus celebraciones.

Por supuesto, si hay un animal que ha tenido un significado en los cultos paganos en toda Europa ese ha sido el lobo. Adorado en practicamente todos los pueblos paganos, sobre todo en la Edad del Hierro, ha sido asociado tradicionalmente a las clases guerreras, al valor y al atributo de poder en muchas sociedades. Su presencia se documenta desde la cultura de El Argar y de Zambujal en Almeria y el Algarve, al sur de la Península Ibérica, hasta los pueblos kurganes de la estepa ucraniana. En el registro arqueológico, el lobo tiene una presencia mucho más extendida que los otros ejemplos. Desde el caso conocido por todos de la loba que amamanta a Romulo y Remo en el mito de fundación de Roma, podemos ver iconografía del lobo en cerámicas y otros objetos materiales de pueblos celtibéricos, vacceos, vetones, astures y galaicos entre los siglos V y I a.C. en la Península Ibérica y en numerosos pueblos celtas en Alemania, Francia, Chequia, Italia y el Benelux, y por supuesto entre los germanos, pueblos anglosajones y normandos de la Alta Edad Media (sino, fijemonos en Fenrir, el lobo que se comió la mano de Thor)

Hay otros muchos animales que han sido adorados en la Europa pagana, pero han sido en ambitos algo mas locales que los que ya hemos detallado. Destaca el toro, muy adorado en casi todo el ambito mediterraneo, en especial en Chipre, Grecia, Creta y los pueblos íberos de la Península. El buho también tuvo una especial significación en la Grecia clásica. La cabra ha sido tradicionalmente el animal de sacrificios en muchas culturas. Y también se pueden citar el buitre, el aguila o el halcón entre las aves, el delfín entre los animales acuaticos y el caballo entre los terrestres… pero por desgracia no tenemos espacio para detallarlos como se merecen…

Con esto acabamos esta segunda parte del simbolismo pagano. Aun queda una tercera parte referente a los lugares sagrados que pronto colgaré… hasta entonces, saludos.

Falgarth

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